miércoles, 20 de enero de 2016

Vamos Hacia Adelante!! Por Walter Larralde

Uno de los principios que rigen a las organizaciones exitosas es movilizar a todos sus colaboradores hacia la nueva visión, argumentando el sentido de urgencia y liberando el potencial de cada uno de sus integrantes a través del liderazgo.

La siguiente historia propone crear un entorno propicio para nuestra propia transformación y cambio y bien podría aplicar tanto para nuestra vida personal como profesional. Y la historia dice así…

Los japoneses siempre han gustado del pescado fresco, pero las aguas cercanas a Japón, no han tenido muchos peces por décadas. Así que, para alimentar a la población japonesa, los barcos pesqueros fueron fabricados más grandes, para ir mar adentro. Mientras más lejos iban los pescadores, más era el tiempo que les tomaba regresar para entregar el pescado.

Si el viaje se tomaba varios días, el pescado ya no estaba fresco. Para resolver el problema, las compañías instalaron congeladores en los barcos pesqueros. Así podían pescar y poner los pescados en los congeladores. Sin embargo, los japoneses pudieron percibir la diferencia de sabor y textura entre el pescado congelado y el fresco, y no les gustaba el congelado, que, por lo tanto, se tenían que vender más barato. Entonces, las compañías instalaron en los barcos tanques para los peces. Podían así atrapar los peces, meterlos en los tanques, mantenerlos vivos hasta llegar a la costa y entregarlos. Pero después de un tiempo, los peces dejaban de moverse en el tanque. Estaban aburridos y cansados, aunque vivos. Los consumidores japoneses también notaron la diferencia de sabor y textura, porque cuando los peces dejan de moverse por días, pierden cualidades...

¿Y cómo resolvieron el problema las compañías japonesas?

¿Y cómo consiguieron traer pescado con sabor a pescado fresco?

Si las compañías japonesas te pidieran asesoría: ¿qué les recomendarías?

(Mientras piensas en la solución... Lee lo que sigue).

Tan pronto una persona alcanza sus metas, tales como empezar una nueva empresa, pagar sus deudas, encontrar una pareja maravillosa, o lo que sea, empieza a perder la pasión. Ya no necesitará esforzarse tanto y tiende a relajarse. Experimentan el mismo problema que las personas que ganan la lotería, o el de quienes heredan mucho dinero y nunca maduran, o el de quienes se quedan en casa y se hacen adictos a los medicamentos para la depresión o la ansiedad.

Tal como en el problema de los pescadores japoneses, la solución es sencilla.

Para mantener el sabor fresco y la textura firme de los peces, las compañías pesqueras ponen a los peces dentro de los tanques en los barcos, ¡¡ pero ahora ponen también un pequeño tiburón!! Cierto es que el tiburón se come algunos peces, pero los demás llegan muy, pero muy vivos…

¡¡Los peces son desafiados!! Tienen que nadar durante todo el trayecto dentro del tanque, para mantenerse vivos!!

REFLEXION:

Cuando alcances tus metas, ponte otras mayores. Nunca debes lograr el éxito para luego acostarte en él. Así que, mete a un tiburón (reto/meta) en tu tanque (o estrategia) y descubre que tan lejos realmente puedes llegar (visión).

Walter Larralde

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